Seguramente más de alguno de nosotros ha sufrido un bloqueo creativo. Para escribir un texto importante o incluso para manda un mensaje. Es común que no encontremos las palabras para expresarnos. Pero, ¿qué pasa cuando eres un gran poeta en la capital del arte mundial, durante una de las épocas de mayor esplendor artístico en la historia? El París de finales del Siglo XIX, de la Belle Époque, la Francia de la época dorada de Émile Zola y Victor Hugo. ¿Qué pasa en ese caso?
Bueno, justo de eso trata Cyrano, Mon amour, dirigida y escrita por Alexis Michalik, la historia de cómo, el ahora maestro, Edmond Rostand, luego de incontables fracasos intentando escribir una obra transgresora, por fin alcanzó la fama relatando la historia del héroe Cyrano de Bergerac.
En 1897 Rostand estaba casado, tenía dos hijos y una carrera no muy exitosa, luego de un aparatoso fracaso en su última obra. Las únicas que lo seguían apoyando eran su esposa, su amigo actor Leo, y su madrina artística, una excéntrica actriz que después de dos años de sequía creativa lo ayudó a volver a la escena, proponiéndole una obra para Constant Coquelin, uno de los actores más reconocidos y respetados de la época de oro del teatro francés. El único problema, Rostand no estaba ni cerca de comenzar a escribir.
Encuentra inspiración en una joven vestuarista, que cree estar enamorada de su mejor amigo, lo que lo envuelve en una serie de mentiras y problemas que solo serán resueltos con la astucia de un artista de su calibre. Edmond Rostand se convirtió en una leyenda en pocas semanas, ya que contó solo con 21 días para escribir y montar una obra, que se interpreta hasta el día de hoy.
Cyrano, Mon amour tiene la comedia necesaria que hace que una historia real se convierta en un relato digno de ser contado. Las casi dos horas de duración se pasan volando al ver esta película que muchas veces contiene disparatadas situaciones que aportan a la trama, junto con las excelentes actuaciones de Thomas Solivérès y Olivier Gourmet, como Edmond Rostand y Constant Coquelin, respectivamente. Y del propio director, Alexis Michalik, que interpreta a un verdadero rockstar de la época y gran enemigo de Rostand, Georges Feydeau.
Además, vale decir que el diseño de vestuario y de producción de esta película son muy acertados, lo que claro, quita la preocupación de una mala escenografía pueda interferir en un buen guion. Cyrano, Mon amour es una película recomendada para los fanáticos de Shakespeare enamorado, o para aquellos que disfrutan de películas de época, o para cualquiera que quiera reír un rato, con una historia que resulta ser real.
Cyrano, Mon Amour está disponible desde el 16 de mayo en VTR, y desde el 24 de junio en Itunes y Google Play.